Las lentes progresivas son un tipo de lente oftálmica diseñada para corregir la visión en personas que sufren de presbicia o vista cansada. Estas lentes ofrecen una solución integral para la visión, permitiendo ver con claridad a diferentes distancias, ya sea de cerca, intermedia o lejos, sin la necesidad de cambiar de gafas. En lugar de tener segmentos visibles como las lentes bifocales o trifocales, las lentes progresivas tienen una transición gradual de la zona de visión de cerca a la de lejos, lo que proporciona una visión más natural y sin interrupciones. Son una excelente opción para quienes desean una visión cómoda y versátil en todas las situaciones.

Las lentes progresivas funcionan mediante una transición suave y gradual de la potencia de lejos a la potencia de cerca a medida que se mueve la mirada hacia abajo en la lente. En la parte superior de la lente, que corresponde a la posición primaria de la mirada, se encuentra la graduación para ver objetos lejanos con claridad. A medida que la mirada desciende por la lente, la graduación aumenta progresivamente, permitiendo una visión nítida a distancias intermedias y cercanas. Esta progresión continua proporciona una visión más natural y sin interrupciones para actividades que requieren ver a diferentes distancias.

Las lentes progresivas son ideales para usuarios a partir de los 45 años que experimentan fatiga visual al mirar objetos cercanos, lo que generalmente coincide con la presbicia. Sin embargo, también pueden beneficiarse de ellas usuarios más jóvenes debido a circunstancias como cirugía de cataratas, traumatismos o problemas binoculares, así como en casos de patologías congénitas. Las lentes progresivas ofrecen una solución versátil para una variedad de necesidades visuales.

La principal ventaja de las lentes progresivas es que con una única gafa te permite ver con claridad a todas las distancias, ya sea de cerca, intermedia o lejos. Esto elimina la necesidad de cambiar constantemente entre múltiples pares de gafas, brindándote comodidad y versatilidad en tu vida diaria.

Algunas de las desventajas de las lentes progresivas incluyen la necesidad de encontrar posiciones específicas de trabajo para obtener una visión óptima a ciertas distancias y la adaptación a cambios rápidos de mirada, lo que puede requerir cierto tiempo de ajuste para algunos usuarios.

El tiempo necesario para acostumbrarse a las lentes progresivas depende de varios factores, como la graduación y el tipo de progresivo, además de las características individuales de cada paciente. Sin embargo, en la mayoría de los casos, si se usan de manera constante, la adaptación suele completarse en aproximadamente 1 semana, permitiendo que el usuario se sienta cómodo y familiarizado con las lentes.

Sí, existen diferentes tipos de lentes progresivas, y se recomendará aquella que mejor se adapte a sus necesidades y graduación específica.

El mantenimiento de las lentes progresivas es similar al de cualquier lente orgánica (puedes ver nuestra guía aquí). Pueden lavarse con agua fría y jabón neutro y secarse con la gamuza proporcionada al comprar las lentes. Si se prefiere el método en seco, se puede utilizar la gamuza o un spray específico para lentes oftálmicas.

Las lentes progresivas cuentan con dos tipos de garantía. En primer lugar, ofrecen una garantía de adaptación de 2 meses, durante la cual las lentes pueden cambiarse por otras de lejos y cerca de forma separada si el usuario no se adapta correctamente. Además, estas lentes tienen una garantía de producto de 3 años que cubre cualquier defecto de fabricación.