¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad ocular que constituye una de las primeras causas de ceguera irreversible en el mundo. Daña el nervio óptico cuya función es transmitir las imágenes desde el ojo hasta el cerebro, reduciendo progresivamente el campo visual.
Por lo general no presenta síntomas por lo que la labor de prevención para detectar esta condición y evitar la pérdida visual asociada es fundamental.
¿Por qué se produce el glaucoma?
Hay diversos tipos de glaucoma y todos tienen en común que hay una relación anómala entre uno de los líquidos -humores- presentes en el ojo.
En efecto, la parte frontal del ojo -cámara anterior- está llena de un líquido llamado humor acuoso que se produce detrás del iris y sale a través de canales que conectan el iris con la córnea.
Realizar exámenes periódicos y habituales de la salud ocular es fundamental para la detección temprana de esta enfermedad.
En la mayoría de los tipos de glaucoma el sistema de drenaje del ojo a través de esos canales no funciona adecuadamente y el humor acuoso no se drena. La acumulación del humor acuoso causa un aumento de presión en el interior del ojo y daña al nervio óptico que es muy sensible y conlleva progresivamente a la pérdida de la visión.
Como ejemplo, podemos pensar en el desagüe de una casa que se va atascando poco a poco. Al principio es posible que no nos de problemas, pero a la larga el agua que no se evacua se desbordará. El tiempo que lleva la fuga y la presión del agua provocará más o menos daños estructurales en la casa. Algo similar, sería el mecanismo del glaucoma.
Síntomas
El glaucoma es una enfermedad silenciosa. Más del 50% de pacientes no sabe que lo padecen y en la mayoría de casos, no provoca síntomas evidentes y pasa inadvertido hasta que el daño ya es importante e irreversible.
Esto se debe a que suele progresar de forma lenta y afecta inicialmente a la periferia del campo visual, siendo en fases tardías cuando alcanza el centro de la imagen y produce una pérdida manifiesta de la visión.
Para evitar llegar a estos estadios severos que dificultan mucho la autonomía en la vida cotidiana, el diagnóstico precoz mediante revisiones oculares periódicas es fundamental. Aún así, y dependiendo del tipo de glaucoma se pueden presentar algunos síntomas como halos de luz, dolor ocular en ocasiones muy intenso, dolor de cabeza y ojo rojo.
¿Quién lo puede padecer?
Dependiendo del tipo de glaucoma, el riesgo varía según los siguientes factores:
- Presión ocular elevada y otros factores estructurales oculares.
- Es posible tener glaucoma con 40 años, pero la mayoría de las personas que lo padecen es a partir de los 60 años.
- Historial familiar con casos de glaucoma.
- Miopes con alta graduación.
- Otras enfermedades oculares, como la uveitis, o herpes oftálmico o sistémicas como las cardiovasculares; no existen evidencias para considerar la diabetes como un factor de riesgo.
- Haber sufrido un traumatismo ocular.
- Tratamiento prolongado con corticoides o esteroides.
- La etnia puede ser también un factor de riesgo, sobre todo africana e hispana.
¿Qué puedo hacer para prevenir el glaucoma?
Realizar exámenes periódicos y habituales de la salud ocular es fundamental para la detección temprana de esta enfermedad. Sobre todo si formas parte de los grupos de riesgo de padecerlo.
El daño producido por el glaucoma es permanente. Sin embargo, puede detenerse por medio de medicamentos, colirios fundamentalmente y/o, cirugía ocular.
Este próximo sábado 12 de marzo de 2022 se celebra el Día Mundial del Glaucoma, que reivindica y visibiliza el problema que supone el glaucoma para la sociedad.
Participa en este evento mundial publicando mensajes de apoyo en tus medios sociales con el hashtag #DíaMundialdelGlaucoma.